Según el saber y el decir de Francisco Marhuenda, el director de “La Razón”, Santiago Segura roza la genialidad. En este punto de valoración del talento, con quien tiene y manda en “La Razón”, poco cabría discutir. Además, cualquier objeción a sus escasas virtudes cinematográficas sería barrida por una incuestionable evidencia.
Del “Expediente Warren” a “Insidious”, el cine del presente parece sensible a rescatar la tradición de las casas encantadas. La lista es larga y la calidad no es escasa. Incluso el cine español, históricamente tan refractario a lo fantástico, ha dado a lo largo del siglo XXI síntomas de una vitalidad inédita.
Giuseppe Capotondi no es ningún recién llegado, aunque la mayor parte de su oficio como realizador pertenezca al formato televisivo. De todo su hacer, el mundo de los vídeos musicales supone su mayor y mejor experiencia audiovisual forjada bajo banderas italianas, británicas y estadounidenses.
En tiempo extraño para unas carteleras que se mueven de manera asincrónica, aparece este singular documental que llega tras recorrer con éxito el obligado circuito de los festivales de cine.
Voluntariamente o no, la denominada “Trilogía del Baztán” de Dolores Redondo ha asumido representar aquí un papel análogo al que la serie “Millennium” de Stieg Larsson significó para la narrativa sueca. De hecho, la sombra de la obra de Larsson ha sobrevolado de manera permanente las desventuras de Amaia Salazar.