Con “Barricada”, en el amanecer de los años 80, se puso en marcha, al menos en Navarra, un fenómeno cultural, un cambio de paradigma. En la Euskadi de ese decenio, chocaban dos momentos históricos y dos generaciones más alejadas entre sí de lo que los años biológicos les separaban. Lo viejo y lo nuevo se daban la espalda en un contexto de plomo, drogas y rock and roll. Lo del sexo en Euskadi siempre ha sido cosa de otro nivel. Eso pasaba en otras partes.

En medio de un SSIFF acongojado por la situación de seguridad, lo que obliga a todo el equipo del festival a trabajar el doble para atender a la mitad de lo que sería habitual (gracias por la entrega), el domingo fue un día de esplendor. Una jornada así, ayuda a asumir los muchos inconvenientes y a superar la sensación de incertidumbre que se ha impuesto en estos tiempos.