Titulado con la frase que precede el tema de «Like a rolling stone», o sea «(like) a complete unknown», justo es reconocer que esta película responde a su enunciado. O sea, después de verla, Dylan permanece como un completo desconocido.

Dos nombres propios determinan las fronteras entre las que se mueve y habita este ensayo documental que nos avisa que quiere hablar de la guitarra flamenca. Uno es el personaje del que se habla: Yerai Cortés, (Alicante, 1995); un «tocaor» gitano que tiene preso el duende de Sabicas en las cuerdas de su guitarra.

María Trénor, cineasta vinculada al mundo del arte, dedicó una docena de años a cumplir un deseo íntimo: proyectar las imágenes que la música de «Rock Bottom» fecundó en su interior. Hablamos de un álbum conceptual, un Lp se decía entonces, que Robert Wyatt, cabeza visible, vocalista y batería de Soft Machine, lanzó en 1974.

Alex Gibney, director de «In Restless Dreams», utiliza tres horas y media para confeccionar un documental atractivo, aleccionador y, sorprendentemente, liviano. Cada persona que se enfrente a estos 209 minutos seguro que podría sugerir algún (pequeño) recorte, quizá algo más de síntesis y por qué no, suprimir algunos meandros.

Manolo Kabezabolo (Manuel Méndez Lozano, Zaragoza, 1966), pertenece al universo inencasillable de los versos libres. En algún lugar olvidado, pero cerca de Evaristo de la Polla Records, y de Eskroto (Marco Antonio Sanz de Acedo) de «Tijuana in blue», se ubica este cantautor punk cuya peripecia vital resulta tan dantesca como irreductibles se muestran las letras de sus canciones.

Al principio y al final, Javier Macipe muestra en “La estrella azul” las tripas del constructo cinematográfico. Enseña el artificio del cine en un gesto de coherente honestidad. Es posible que, en su arranque, esa alusión al guión que guía pero no conduce este filme, y que nos recuerda que lo que vamos a ver será una representación, pase desapercibida.