En 1987, Eva Lootz expuso en la sala Montcada de Barcelona «Noche, decían». El concepto que atravesaba aquella instalación partía de la vecindad léxica entre la palabra noche y la palabra ocho en todos los idiomas indoeuropeos.

En las primeras imágenes de «Nosotros», brota una declaración de humildad. Helena Taberna, su guionista, productora y directora, se proyecta en el personaje de María Vázquez, Ángela, como espectadora de cine, como una mujer susceptible de ser atravesada por la emoción fílmica. Taberna se quiere zarandeada por un relato ajeno.

Dos nombres propios determinan las fronteras entre las que se mueve y habita este ensayo documental que nos avisa que quiere hablar de la guitarra flamenca. Uno es el personaje del que se habla: Yerai Cortés, (Alicante, 1995); un «tocaor» gitano que tiene preso el duende de Sabicas en las cuerdas de su guitarra.

Antes de diseccionar nada, un aviso, no se confundan, esta no es «la película de Gila». El buen Miguel Gila Cuesta (Chamartin, 1919-Barcelona, 2001) nada tiene que ver con esta versión descafeinada y pasmada, salvo que de su biografía y de sus testimonios grabados, Alexis Morente se ha servido como le ha dado la gana.

María Trénor, cineasta vinculada al mundo del arte, dedicó una docena de años a cumplir un deseo íntimo: proyectar las imágenes que la música de «Rock Bottom» fecundó en su interior. Hablamos de un álbum conceptual, un Lp se decía entonces, que Robert Wyatt, cabeza visible, vocalista y batería de Soft Machine, lanzó en 1974.