Partir de un duelo actoral entre Luis Zahera y Javier Gutiérrez conlleva asumir la compleja dificultad de afrontar las riendas de esa «extraña» pareja que ambos personifican.

La actividad profesional de Álex de la Iglesia no cesa. Hombre de pasiones y pulsiones bizarras e hiperbólicas, da igual que sea productor, director, o “factótum”… él trabaja sin descanso, febrilmente, sin contención. En estos momentos su nombre aparece en múltiples frentes pero vinculado siempre a dos tendencias, el fanta-terror y la comedia. E

“Nomadland” contiene altas dosis de sustancia adictiva. Debido a ello serán muchas las personas que, tras interiorizar su relato, se convertirán en fervientes propagadores de sus excelencias. Este filme que se ha convertido en uno de los títulos del año -el año más triste de cuantos ha alumbrado el siglo XXI-, atrapa y envenena con su alta dosis de paradojas y contradicciones.