Ganadora absoluta en la última edición del SSIFF, el jurado del certamen donostiarra vio y valoró obviamente las buenas intenciones de Laura Mora Ortega sin saber o querer reparar en que estos reyes van desnudos.

La actividad profesional de Álex de la Iglesia no cesa. Hombre de pasiones y pulsiones bizarras e hiperbólicas, da igual que sea productor, director, o “factótum”… él trabaja sin descanso, febrilmente, sin contención. En estos momentos su nombre aparece en múltiples frentes pero vinculado siempre a dos tendencias, el fanta-terror y la comedia. E

“Nomadland” contiene altas dosis de sustancia adictiva. Debido a ello serán muchas las personas que, tras interiorizar su relato, se convertirán en fervientes propagadores de sus excelencias. Este filme que se ha convertido en uno de los títulos del año -el año más triste de cuantos ha alumbrado el siglo XXI-, atrapa y envenena con su alta dosis de paradojas y contradicciones.

Condenado a transitar por los arrabales de la exhibición audiovisual, el cine de Charles Stuart Kaufman (Nueva York; 1958) se considera tóxico para las salas de cine. Poco a poco, los relatos que fluyen de su inclasificable cabeza, se ven postergados. Paulatinamente aparecen cada vez más de manera esquinada, furtivamente, por dónde menos se espera.

Probablemente lo más relevante de “Vivir dos veces” sea una adolescente llamada Mafalda Carbonell. No podemos todavía saber si será una gran actriz pero, sin duda, en ella habita lo más sincero de un filme demasiado preocupado por endulzar lo que no admite paños calientes ni miradas poéticas. El Alzheimer representa una auténtica maldición.

Paolo Virzì, nacido en Livorno, asume el regalo de poder dirigir en EE.UU. Y lo hace, con un filme cien por cien USA, nada hay en él italiano. Su forma narrativa es la de una road movie; una road movie crepuscular, porque sus viajeros cargan con la maldición de la muerte. A ella, un cáncer de colon la corroe con dolor; a él, una suerte de Alzheimer lo disuelve poco a poco. Viajan juntos como Thelma y Louise en un periplo que se sabe terminal, que se adivina trágico.