Cuando se anunció que «Tardes de soledad» iría al SSIFF empezó el run-run de la controversia. Eso, el escándalo y la polémica es algo que, con suma maestría, controla el actual equipo del Zinemaldi.

Bong Joon-ho ha resuelto su reto bajo pabellón americano tras «Parásitos» (2019) engendrando un filme que lleva su ADN inscrito en el pixel. Al contrario que otros profesionales deslumbrados por Hollywood, el coreano, autor de obras como «The Host» (2006) y «Memories of murder» (2003), ni ha traicionado a su público, ni se traiciona.

En las primeras imágenes de «Nosotros», brota una declaración de humildad. Helena Taberna, su guionista, productora y directora, se proyecta en el personaje de María Vázquez, Ángela, como espectadora de cine, como una mujer susceptible de ser atravesada por la emoción fílmica. Taberna se quiere zarandeada por un relato ajeno.

Presentado como el cuento de un ogro temible y terrible, pero cuento de hadas porque en él se impone una querencia fabuladora y ejemplar, Karim Aïnouz comparte con el Albert Serra de «La muerte de Luis XIV» (2016), su disposición de aprehender la esencia de una existencia a partir de los últimos suspiros del personaje biografiado.