La apabullante recolección de premios concedida al filme georgiano, “Beginning”, de Dea Kulumbegashvili, responde a una declaración de intenciones, a un subrayado, tal vez excesivo, pero probablemente entendido como necesario por el jurado de esta 68 edición. Cuatro premios: mejor película, mejor dirección, mejor actriz protagonista y mejor guión ratifican que, para ese jurado, este filme áspero, riguroso, contemplativo y hondo en sus ramificaciones, abierto y calculadamente críptico en su relato; merece mucho la pena.