Con el declinar de los grandes cineastas italianos surgidos del neorrealismo, cuando el final de la guerra empezó a parecer lejano ante los nuevos problemas que sacudían a la Italia de la prosperidad, apareció un cineasta singular y, hoy lo sabemos, de extraordinaria coherencia, llamado Marco Bellocchio.

Esta semana, James Ivory cumplirá 95 años. Cuando cumplió 89, recibió el Oscar al mejor guión adaptado por “Call me by your name”. Pero hacía más de diez años que no dirigía. Forjó junto con su compañero y productor Ismail Merchant, un puñado de hermosos filmes donde habitan intactos algunos de los más delicados y bellos retratos de la relación homoerótica.

No hay nada gratuito en que María Elorza (Vitoria-Gasteiz, 1988) utilice a Virgilio consciente de lo que eso implica. Con menos venialidad de la que aparenta, Elorza da una vuelta de tuerca y, con ella, una apenas perceptible pero inevitable ruptura conceptual sobre lo que (nos) acontece en este arranque del siglo XXI.

Laura Poitras (Boston, 1964) ha cultivado una filmografía estimable. Óscar al mejor documental de 2014 por “Citizenfour”, su trayectoria evidencia que Poitras no teme adentrarse en pantanos sociales que ponen en un brete la historia oficial y los poderes establecidos. El terrorismo, la gentrificación, la vigilancia global, el abuso del poder…, han alimentado algunos de sus documentales.

Lo señala el director, Brett Morgen, desde el mismísimo título: “Ensoñación lunar”. De eso, de una fantasía inaprensible y espectral, de un alienígena de mil máscaras sin ningún rostro real es de lo que trata este documental tan fascinado por la persona que refleja, como obnubilado por el personaje que desde su interior nos habla sin cesar.

Desde su fallecimiento, el 21 de noviembre de 2007, la imagen de Fernando Fernán Gómez, lejos de caer en el olvido, se ha agigantado. Hoy es carne de leyenda y sus compañeros, los que alguna vez coincidieron con él en algún trabajo, no cesan de invocarlo e incluso de imitarlo en cuanto se presenta la ocasión.