Mimada por el ámbito de los festivales, -abrió la sección Panorama de Berlín y gozó de evidente predicamento en su paseo por el SSIFF donostiarra-, “Las mil y una” se sabe atravesada por los rasgos de identidad que definen al cine contemporáneo.
Entre “Perfumes” y “Yo anduve con un zombie” (1943, Jacques Tourneur), se produce un significativo maridaje.
Antes de adaptarse a la pantalla, o sea antes de ser cine, “El padre” nació en 2012 como obra teatral escrita por el novelista, dramaturgo y ahora director de cine, el francés Florian Zeller. Estrenada en teatros de medio mundo y adaptada a innumerables lenguas, -en España José Carlos Plaza la dirigió con Héctor Alterio en el papel principal-, ese que aquí sublima Anthony Hopkins; el resultado siempre fue el mismo.
Con George Cloney ya no cabe acogerse al rol del actor consagrado que, por un momento, decide pasarse al lado de la dirección para resarcirse de todo aquello que no podía hacer cuando trabajaba bajo las órdenes de otros. De hecho, Cloney, que el próximo mes de mayo cumplirá los 60 años, ha dirigido un total de siete largometrajes.
Maud, un término de origen irlandés que viene a significar algo así como “doncella valiente en la batalla” es el nombre de la protagonista de este extraño relato lleno de excelentes referencias y víctima de una discreta carrera comercial, porque lo comercial no es su carrera.
En medio de una vergonzosa retirada de los grandes estrenos del cine mainstream, en concreto los que vienen desde Hollywood, le ha tocado a una mujer cargar sobre sus espaldas un objetivo imposible, recuperar las taquillas que, desde que apareció el coronavirus, han desaparecido quizá para siempre.
En el tiempo en el que transcurre el relato de “Martin Eden” habitan muchos tiempos. De hecho entre unas ambientaciones y otras cabría apuntar que hay casi un siglo de distancia.
Desde aquel “Salto al vacío” (1995) con el que debutó Daniel Calparsoro a este “Hasta el cielo” han pasado 25 años. En sus títulos se denota la transformación, no ya de este narrador catalán de nacimiento y vasco de asentamiento, sino del cine español.
Más allá de la desorientada travesía de un jubilado británico en un Benidorm, de zombies matinales y enloquecidos noctámbulos, todo de lo que se nos habla en esta película repite un mismo nombre propio. El de su realizadora, guionista, cámara y directora de fotografía, Isabel Coixet.
Benh Zeitlin, el brillante director de “Bestias del sur salvajes” (2012), ha tardado ocho años en hacer su segundo largometraje.