Cuando Nanni Moretti filmó «Caro diario» (1993) acababa de cumplir los 40 años. Era, como su título explicita, su pieza más personal, un filme autobiográfico que debe entenderse desde una compleja red de espejismos ficcionados. «El sol del futuro», otra obra radical de autoficción, nació cuando Nanni Moretti iba a cumplir, el pasado 19 de agosto así lo hizo, 70 años.

Fuera de contexto, sin saber qué lo provoca, un gemido puede ser emitido y percibido como consecuencia del placer o del dolor. A veces surge como fruto de ambos. El camino del éxtasis sabe del goce sexual pero eso no excluye otras rutas que surquen el sufrimiento; de eso y de Sade, claro está, iba “Martyrs”, filme radical de rechazos masivos y admiraciones extremas.

Asumido como un ejercicio liberador, un relato desprovisto de los oscuros meandros de películas como “Magnolia” (1999) , “Pozos de ambición” (2007), “The Master” (2012) y “El hilo invisible” (2017); se podría caer en la tentación de confundir la aparente ligereza de “Licorice Pizza” con una supuesta banalidad interior.