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El escritor y su pesadilla
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Título Original: L´ENLÈVEMENT DE MICHAEL HOUELLEBECQ Dirección y guión: Guillaume Nicloux Fotografía: Christophe Offenstein Intérpretes: Michel Houellebecq, Mathieu Nicourt y Maxime Lefrançois País: Francia. 2014 Duración: 93 minutos ESTRENO: Septiembre 2014
 
Sin Michel Houellebecq no existiría esta película que se burla de las fronteras del género. Sin él no sería creíble esta película inseminada por pura ficción en vena que circula febril alrededor de un personaje que se autointerpreta. Cine que se diría documental, porque gravita en torno a una biografía reconocible y reconocida, sabemos que esconde una farsa absoluta. Pero por muy grande que ésta sea, por mucho que Houellebecq y sus secuestradores finjan, también sabemos que estos histriones no pueden competir con la mentira descomunal que preside el estado actual de la política y sus cosas. Ese es el sentido final que alienta lo que por otra parte resulta ser una película tan inclasificable como fresca, tan inolvidable como provocadora.
El escritor francés, diletante inteligente aunque en alguna de sus intervenciones pueda sospecharse la estulticia de la arrogancia, se da un banquete de personalismo y aprovecha la realidad para cuestionar la verdad de la representación cinematográfica. El filme saca oro y brillo con el pretexto de una ausencia durante un viaje de promoción del autor de Las partículas elementales. Aquella desaparición, ocurrida a lo largo de 2011 en plena campaña publicitaria de El mapa y el territorio, sirve a Nicloux para pergeñar un filme negro y sutil, una comedia delirante y lúcida en la que Houellebecq se zambulle en su propio interior. A partir de componer un personaje entrañable, se diría inofensivo y querible, el escritor francés desentraña algunas de las sombras que sobre él se han cernido, en un baile de confusión y disimulo. A su lado, un grupo de secuestradores inspirados por el Ibáñez de Mortadelo y Filemón, juega a revivir los placeres de la retórica. De Mozart a Beethoven, de la vida a la muerte, de la verdad a la mentira, con un cine que no lo parece porque nada copia, solo reinventa.

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