“Victoria”, esa referencia femenina de ecos militares y ADN masculino, es el nombre de la ciudad experimental y utópica en la que habitan lo ciudadanos de la colonia feliz en la que transcurre el relato de “No te preocupes querida”.

Como acontece en la celda donde se hacinan sus dos principales protagonistas encarnados por Miguel Herrán y Javier Gutiérrez, todo se dirime en dos niveles antagónicos. Así, en el camastro de arriba, el primero, Manuel, un contable pendiente de un juicio que nunca llega, escribe panfletos pidiendo respeto por los derechos y amnistía para la gente encarcelada