Dicen los encargados de divulgar lo que “Los reyes del mundo” posee en su interior, que Laura Mora, su directora, ha construido una película “sobre la desobediencia, la amistad y la dignidad que existe en la resistencia”.
El proceso creativo de Marco Martins nace en el tema y se desarrolla en su contexto. Sus obras arrancan de una preocupación genérica, tiran de lo cartográfico para, a partir de allí, descender al terreno real. Van de lo general, al primer plano y allí abrazan al sujeto. Así lo hizo en la temprana “Alice”, una película decisiva en su currículum y con la que hace ya 17 años, Martins salió de Cannes con la legitimación de que era un narrador con mucho futuro.
La proyección de la película de Fernando Franco, “La consagración de la primavera” en la jornada del miércoles puso punto final a la presencia del cine español en la sección oficial de la 70 edición del SSIFF. Por primera vez en los últimos cuarenta años, todas las películas españolas a concurso evidencian una calidad media notable en lo que puede ser un año extraordinariamente dulce para nuestra cinematografía.