El libreto, o sea el texto, allí donde se cuenta la historia de “La clemencia de Tito” de Pietro Metastasio, hunde sus raíces en la célebre “Vidas de los doce césares” del historiador romano Suetonio. En ella se narra el intento de asesinato del emperador acometido por su mejor amigo, Sesto, enamorado de la hija de éste e intoxicado por su hermana Servilia, despechada a su vez porque Tito no la deseaba.
En 2008 y 2009,de manera consecutiva, Christophe Honoré estuvo en la competición oficial del Zinemaldia. Ni “La belle personne”, ni “Non ma fille, tu n’iras pas danser” ganaron nada, pero era evidente que su cine era cualquier cosa menos banal por más que el centro de sus relatos tenga una querencia por el universo de la adolescencia y la juventud.
Definitivamente la 70 edición no tiene intención de aflojar esa calidad media notable que empieza a serle característica. Ayer concurrieron tres películas de factura y ambiciones muy diferentes. Una venía firmada por un viejo conocido en el SSIFF, Christophe Honoré, y en ella repite presencia la premiada Juliette Binoche. La segunda ofrece un memorable espectáculo musical en la Europa del siglo XVIII, una admirada declaración de melomanía.