Ante este “ejército” lo primero que se impone es proclamar que hay demasiada intensidad para tan poca originalidad. Argumentalmente la idea madre de Zack Snyder, esa con la que se empezó a escribir el guion y cuyo leit motiv se disfraza de “misión imposible”, se parece mucho a “Península”.

El infierno cainita de hutus y tutsies que desembocó en la masacre de Ruanda en la primavera-verano de 1994, donde la cifra de muertos osciló entre 500.000 y un millón de víctimas, un genocidio que también implicó la violación de miles de mujeres, conforma el telón de fondo de “Pequeño país”.

¿Por qué “First Cow” despierta tanta pasión crítica? Probablemente porque invita a quien la observa a bucear sin límites con la promesa de que en su interior hallará miles de tesoros. Se diría que esa historia de un cocinero paniaguado y un fugitivo chino con corazón de búho apenas encierra algo.