El contexto podría ser el escenario de “El odio” (1995), el filme de Mathieu Kassovitz con el que se consagró Vincent Cassel. En cambio, el texto, parece adentrarse en el laberinto emocional de “Training Day” (2001), la implacable pieza de Antoine Fuqua que enfrentaba a Denzel Washington y Ethan Hawke con la presencia siempre densa e impactante de Eva Mendes.