Han pasado más de 35 años de La noche de San Lorenzo y 40 de Padre padrone. En esas cuatro décadas ha cambiado el mundo. En aquel tiempo los hermanos Taviani equilibraban plenitud con serenidad, lucidez con energía, compromiso con esperanza. Por ejemplo, La noche de San Lorenzo, para quien no la haya visto, era un ajuste de cuentas, una crónica alegórica llena de dramatismo y poesía sobre el fascismo italiano y sobre la retirada nazi de Italia.
La capacidad del consumismo para vaciar de significado lo que manufactura alcanza su sublimación en Star Wars, un texto sobrevalorado que abona una eficaz estética para imponerse gracias a la fascinación humana por el sincronismo, el orden y la geometría.
n el título original, traducido de manera literal, se encierra la verdadera clave de este filme basado en hechos reales y narrado de manera canónica. Amma Asante lo dirige como si estuviéramos en los años 40 ó 50. No oculta su deseo de ortodoxa belleza, usa academicismo argumental y derrocha templanza en sus estampas ejemplares.