No puede ser casualidad que al mismo tiempo que el mundo asiste perplejo a brotes de xenofobia y segregación, el cine cultive relatos en torno a los excesos que el miedo al otro y el desprecio al semejante provocó durante buena parte del siglo pasado.
A James Gray, el libro de David Grann le sirve para reincidir en su ensimismado universo. Es decir, la aventura de Percy Fawcett, un militar británico de comienzos del siglo XX que dio buena parte de su tiempo y su vida para cartografiar Bolivia y descubrir los secretos de la Amazonia, es un pretexto con el que Gray evidencia que filma extraordinariamente bien.
Construida sobre los cimientos de la distopía de Dave Eggers, James Ponsoldt, un cineasta esculpido en Sundance, desactiva con impunidad y sin remordimiento el veneno de su argumento para conseguir que el público no salga de la sala de cine con el ánimo compungido. Tras un aplaudido inicio (Off the Black, 2006; Smashed, 2012; y The End of the Tour,2015, entre otras) la oscura profecía implícita en El círculo, deviene en un relato paniaguado.