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Cave, me llamo Nick Cave
Título Original: 20.000 DAYS ON EARTH Dirección: Iain Forsyth y Jane Pollard Guión: Nick Cave, Iain Forsyth y Jane Pollard Intérpretes: Nick Cave, Susie Cave, Warren Ellis, Darian Leader, Ray Winstone, Blixa Bargeld, Kylie Minogue, Arthur Cave y Earl Cave País: Reino Unido. 2014 Duración: 97 minutos ESTRENO: noviembre 2014
Nick Cave, al que los años muerden en vano el barniz de armadillo que siempre le ha acompañado, ha sido y es una figura esencial en la escena del pop-rock. Australiano de origen, nacido hace 57 años, músico, cantante, actor, escritor y poeta, Cave ha sobrevolado con extraordinaria dignidad un proceso musical que arranca con los desgarros punk de los 70 para anidar, plácidamente y sin sombras sobre su coherencia y calidad, en la segunda década del siglo XXI.
En Cave se pueden rastrear los influjos de su origen: de Lou Reed y la Velvet Underground, a los Ramones; de Bowie, a la música expresionista y experimental de las bandas alemanas como Pere Ubu, Can y Amon Düll.
A Cave sus orígenes familiares le han ayudado indudablemente. Hijo de un profesor de literatura y de una bibliotecaria, sus canciones son relatos; sus actuaciones, recitales; sus lecturas poéticas, espectáculos.
Aquí, con un comodín guardado en la manga puesto que él es coguionista, Cave (se) construye un nuevo capítulo en su apasionante currículo. Iain Forsyth y Jane Pollard, los firmantes del documental, nadan a favor de corriente y esa corriente se enriquece con el tejido sonoro de fondo. Figura emblemática definida como un cruce entre Tom Waits y P.J. Harvey, Cave emite en estos 20.000 días en la Tierra, la conversión en días de todos los años vividos hasta este momento, algunas de sus mejores composiciones. En compañía de sus allegados, a medio camino entre la golosina para los fans y el testimonio para los críticos, el filme deviene en un interesante y ameno ejercicio sobre la serenidad de una estrella del rock, sobre los pequeños secretos de su cocina de canciones, su legado y su brillante capacidad para autoesculpirse como una leyenda del rock capaz de asumir el paso del tiempo, reinventándose a fuerza de talento y sensibilidad. Fundamental para quienes saben mucho de él, resulta revelador e iniciático para quien no se haya sumergido todavía en esta suerte de Tim Burton del rock contemporáneo.
En Cave se pueden rastrear los influjos de su origen: de Lou Reed y la Velvet Underground, a los Ramones; de Bowie, a la música expresionista y experimental de las bandas alemanas como Pere Ubu, Can y Amon Düll.
A Cave sus orígenes familiares le han ayudado indudablemente. Hijo de un profesor de literatura y de una bibliotecaria, sus canciones son relatos; sus actuaciones, recitales; sus lecturas poéticas, espectáculos.
Aquí, con un comodín guardado en la manga puesto que él es coguionista, Cave (se) construye un nuevo capítulo en su apasionante currículo. Iain Forsyth y Jane Pollard, los firmantes del documental, nadan a favor de corriente y esa corriente se enriquece con el tejido sonoro de fondo. Figura emblemática definida como un cruce entre Tom Waits y P.J. Harvey, Cave emite en estos 20.000 días en la Tierra, la conversión en días de todos los años vividos hasta este momento, algunas de sus mejores composiciones. En compañía de sus allegados, a medio camino entre la golosina para los fans y el testimonio para los críticos, el filme deviene en un interesante y ameno ejercicio sobre la serenidad de una estrella del rock, sobre los pequeños secretos de su cocina de canciones, su legado y su brillante capacidad para autoesculpirse como una leyenda del rock capaz de asumir el paso del tiempo, reinventándose a fuerza de talento y sensibilidad. Fundamental para quienes saben mucho de él, resulta revelador e iniciático para quien no se haya sumergido todavía en esta suerte de Tim Burton del rock contemporáneo.