Atrapado por la bomba
Título Original: EL DESCONOCIDO Dirección: Dani de la Torre Guión: Alberto Marini Intérpretes: Luis Tosar, Javier Gutiérrez, Goya Toledo, Elvira Mínguez, Fernando Cayo, Antonio Mourelos, María Mera y Ricardo de Barreiro País: España. 2015 Duración: 98 minutos ESTRENO: Septiembre 2015
La cámara no se despega de la piel de Luis Tosar, principal y decisivo intérprete de El desconocido, un thriller a la americana con coartada de denuncia social. Y Luis Tosar le da al objetivo, otro de esos personajes inolvidables, vulnerables y oscuros. Hierro por fuera, cristal roto por dentro.
En cuanto cine de aventura, suspense y tensión, Dani de la Torre aprueba con nota alta. En cuanto a crónica del tiempo presente sobre el país de Rajoy, tiempo de comadrejas de banco y de políticos de cloaca, el filme resulta más cuestionable, más filigranero. Cosas de esta cultura vieja que tuvo antecedentes demasiado ilustres y que a todo le busca un sentido, un por qué. Un director yanqui, lo hubiera solucionado con un psicópata de opereta y ninguna lección moral. Aquí la coartada justiciera paradójicamente se vuelve contra el vengador.
Da lo mismo. La cuestión es que Dani de la Torre y su guionista, Alberto Marini, ciudadanos de un país que cree y teme la culpa, prefieren complicarse la existencia y pergeñan rocambolescas carambolas que, por suerte, (a)portan escaso peso específico en el conjunto de este filme.
Un filme-artefacto porque todo el guión responde a una máquina de precisa relojería, de engarces y entramados armados como un puzzle en el que ninguna pieza puede cambiar su sitio. Cada segundo, cada giro del guión, cada nuevo personaje, todo y todos bailan al tic-tac de un ritmo tenso, nervioso, fatal.
A De la Torre le bastan un par de pinceladas para retratar una familia. Él trabaja en el banco y algo en ese banco, pura tautología, huele a podrido. Luego, como en el filme de Schumacher, Última llamada, inspirado en una vieja historia que acarició Hitchcock, todo se convierte en una carrera contra el tiempo. Si Tosar está bien, los niños, en especial la que asume el rol de hija, responden con criterio. Estruendo, prisas y sobresaltos aguardan en El desconocido. No es mucho pero sí ofrece lo que promete: un rato de inquietud y una puesta en escena impensable en el cine español de hace cinco años.
En cuanto cine de aventura, suspense y tensión, Dani de la Torre aprueba con nota alta. En cuanto a crónica del tiempo presente sobre el país de Rajoy, tiempo de comadrejas de banco y de políticos de cloaca, el filme resulta más cuestionable, más filigranero. Cosas de esta cultura vieja que tuvo antecedentes demasiado ilustres y que a todo le busca un sentido, un por qué. Un director yanqui, lo hubiera solucionado con un psicópata de opereta y ninguna lección moral. Aquí la coartada justiciera paradójicamente se vuelve contra el vengador.
Da lo mismo. La cuestión es que Dani de la Torre y su guionista, Alberto Marini, ciudadanos de un país que cree y teme la culpa, prefieren complicarse la existencia y pergeñan rocambolescas carambolas que, por suerte, (a)portan escaso peso específico en el conjunto de este filme.
Un filme-artefacto porque todo el guión responde a una máquina de precisa relojería, de engarces y entramados armados como un puzzle en el que ninguna pieza puede cambiar su sitio. Cada segundo, cada giro del guión, cada nuevo personaje, todo y todos bailan al tic-tac de un ritmo tenso, nervioso, fatal.
A De la Torre le bastan un par de pinceladas para retratar una familia. Él trabaja en el banco y algo en ese banco, pura tautología, huele a podrido. Luego, como en el filme de Schumacher, Última llamada, inspirado en una vieja historia que acarició Hitchcock, todo se convierte en una carrera contra el tiempo. Si Tosar está bien, los niños, en especial la que asume el rol de hija, responden con criterio. Estruendo, prisas y sobresaltos aguardan en El desconocido. No es mucho pero sí ofrece lo que promete: un rato de inquietud y una puesta en escena impensable en el cine español de hace cinco años.
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