El último plano contiene dos imágenes. Con sutil maestría y solemnidad, James Gray se inventa un díptico que entrelaza el enigma del espejo con la naturaleza de la ventana. Es su manera de sublimar y culminar este filme operístico, pura tragedia fatal, sobre el sueño americano.
La irrupción de una directora como Isabel Coixet en el cine de terror, sorprende a medias. Antes que ella, Amenábar y Bayona, además de Balageró y Plaza, directores españoles cercanos a su generación, obtuvieron alta rentabilidad de un género habitualmente despreciado por la oficialidad académica, tanto crítica como política.
La historia que esconde El hombre de la bolsa, aquí traducida como El encargo, la firma James Russo, un actor y escritor neoyorquino que lleva tres décadas dedicado, en su mayor parte, a las sombras del género noir y la mafia; al cine de gángsters y la violencia.