La “basura blanca”, (white trash), se ha convertido en el filón donde los parroquianos de la extrema derecha yanqui extraen su carne de cañón. La “basura blanca” se nutre de los muertos vivientes del sueño americano, esos que en el “día de la bandera” se mimetizan de barras y estrellas y asisten jubilosos a desfiles patrióticos cuyo tiempo parece perdido en el pleistoceno.
Decir Mattson Tomlin conlleva convocar el espíritu Netflix. Con apenas treinta años, Tomlin se ha convertido en el Vinicius jr. de la plataforma depredadora, una especie de neo-Messi de la masía del imperio de las series de ciencia ficción.
En el tiempo en el que en París comenzaban a afilarse las guillotinas, 1789, tiempo de transformación y crisis, se ambienta este relato sobre un chef revolucionario introductor del concepto de los restaurantes burgueses.