Mezclar el humor negro con niños protagonistas no es la única temeridad de esta comedia limpia, melodramática y decididamente buenista con la que el dúo Andy Hamilton y Guy Jenkin hurgan en la mina abierta por Pequeña Miss Sunshine. A ella recuerda aunque las diferencias entre la película norteamericana, curiosamente también dirigida por una pareja, la formada por Jonathan Dayton y Valerie Faris, y ésta son sustanciales.

Leticia Dolera lo es todo en esta película que se encomienda a Woody Allen y se abraza a la comedia urbana española de un presente hecho de low cost y mucha labia. Dolera dirige, escribe y protagoniza una reflexión sobre una joven mujer que se siente diferente porque ni tiene pareja, ni casa, ni trabajo, ni vida social, ni aficiones, ni vida familiar. Como consecuencia, tampoco cumple el séptimo requisito para ser normal: ser feliz.