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Título Original: CORAZÓN DE LEÓN Dirección: Marcos Carnevale Guión: Marcos Carnevale; basado en un argumento de Betiana Blum y Marcos Carnevale Intérpretes: Guillermo Francella, Julieta Díaz, Nora Cárpena, Mauricio Dayub y Nicolás Francella Nacionalidad: Argentina. 2013 Duración: 110 minutos ESTRENO: Julio 2014
Durante unos minutos, Carnevale parece que se va a tomar en serio el dilema que plantea su largometraje. Vaya por delante que la película arrasó en Argentina. Pero pronto de despeja la duda. Su reflexión sobre la diferencia, esa radiografía sobre los prejuicios contra quienes no dan la talla, utiliza el mismo maquillaje que llevó a Intocable a ser un superventas. Los ingredientes son simples: buenismo de salón y juego de manos trilero que birla la verdadera tragedia del tema que pretende tocar en nombre del triunfo de un optimismo sin fundamento y gracias a un puñado de gags que, ciertamente, si en el filme francés eran discutibles, aquí son pura banalidad e inconsistencia.
El relato se construye sobre un romance desequilibrado. Todo arranca con una llamada, la que recibe una bella abogada, divorciada aunque todavía asediada por su ex, con quien comparte un prestigioso bufete de abogados. Le llaman desde su propio móvil, el que horas antes arrojó víctima de un arrebato de cólera. Quien le llama lo sabe, la vio, la conoce y recogió el teléfono. Ella no sabe quién es y cuando se encuentre con él, recibirá una sorpresa mayúscula porque ese hombre de agradable voz y de verbo enredador no llega a los 140 centímetros de altura.
El lío está armado y esa relación imposible arranca en medio de incredulidades de unos y de temores de otros. Carnevale deja que sean sus dos protagonistas quienes lleven el peso de esa insólita relación que, visualmente se hace posible, gracias al hacer del Peter Jackson de El señor de los anillos. Convertido en un hobbit, Guillermo Francella hace lo imposible por seducir a Julieta Diaz. Los trucos ópticos cantan un poco, pero desafina mucho más que Carnevale no sepa qué contar y se limite a repetir la única verdad que Intocable supo mostrar: Las minusvalías y limitaciones físicas con dinero son más llevaderas.
El relato se construye sobre un romance desequilibrado. Todo arranca con una llamada, la que recibe una bella abogada, divorciada aunque todavía asediada por su ex, con quien comparte un prestigioso bufete de abogados. Le llaman desde su propio móvil, el que horas antes arrojó víctima de un arrebato de cólera. Quien le llama lo sabe, la vio, la conoce y recogió el teléfono. Ella no sabe quién es y cuando se encuentre con él, recibirá una sorpresa mayúscula porque ese hombre de agradable voz y de verbo enredador no llega a los 140 centímetros de altura.
El lío está armado y esa relación imposible arranca en medio de incredulidades de unos y de temores de otros. Carnevale deja que sean sus dos protagonistas quienes lleven el peso de esa insólita relación que, visualmente se hace posible, gracias al hacer del Peter Jackson de El señor de los anillos. Convertido en un hobbit, Guillermo Francella hace lo imposible por seducir a Julieta Diaz. Los trucos ópticos cantan un poco, pero desafina mucho más que Carnevale no sepa qué contar y se limite a repetir la única verdad que Intocable supo mostrar: Las minusvalías y limitaciones físicas con dinero son más llevaderas.