Afirma este Batman que no se esconde en las sombras, que las sombras son él. Dice bien. Entre otras cosas porque “The Batman” nació bajo el signo de lo entrevisto, o sea de lo visto sin precisar que es la única manera de saber de quien habita en la noche.

Como si su protagonista viviera encerrado en el interior de una pieza de Cornelis Escher, Asghar Farhadi muestra a su «héroe» como un náufrago en un laberinto de agua: se pierde y se ahoga. Le vemos subir escaleras -reales o metafóricas- pero se nos sugiere que cuanto más asciende, más se abisma.

El bigote de Hércules Poirot, la causa de su ausencia-presencia, da pie a un preámbulo bélico el que se nos describe, en blanco y negro, la juventud del carismático personaje creado por Agatha Christie. Digamos que esta nueva adaptación del relato escrito por la llamada reina del «¿quién es el asesino? (whodunit)», en 1937, nada nuevo aporta a lo ya mostrado por ejemplo en el  convencional filme de Guillermin (1978).

En este thriller oscuro y asfixiante sobre la necesidad del agua en la España profunda de cortijos y duquesas, de miedos y peajes, se echa de menos un mejor guión, una estructura literaria que aporte más verosimilitud a esta crónica rural que alberga en su interior más de lo que acaba dando.

Ópera prima de Kim Yong-hoon, “Nido de víboras” crece sobre los mejores precedentes de una de las cinematografías más en forma de los últimos años, la de Corea del Sur. Con esa lección bien aprendida, Kim Yong-hoon construye su nido a partir del camino abierto por cineastas como Park Chan-wook y Bong Joon-ho.

Manuel Martín Cuenca cultiva evidentes virtudes y con ellas ha conformado un singular y reconocible verbo cinematográfico. Sin embargo, por diferentes razones, su figura y su obra no ocupa el lugar del escaparate que merece orillado por nombres de menor interés pero de mejores envoltorios.

El exceso de guionistas casi siempre obedece a la mirada asfixiante de una productora ávida de beneficios y a la debilidad del material de partida. En “Way Down”, el material de partida consiste en las imágenes de la algarabía futbolera por la conquista del mundial a cargo de la selección española de fútbol en el año 2010.