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Título Original: AMANECE EN SAMANÁ Dirección: Rafa Cortés Guion: Rafa Cortés y VV.AA. a partir de la obra de Jordi Galcerán Intérpretes: María Luisa Mayol, Luis Tosar, Bárbara Santa-Cruz y Luis Zahera País: España. 2024 Duración: 99 minutos

El intercambio

Lo que se insinúa como un viejo filme del costumbrismo español trenzado de parejas y
cuernos, desarma al espectador a partir de su primer quiebro, el que comienza justo
tras lo que se declara en su sinopsis argumental. Ésta relata que dos parejas de viejos
amigos, Ale y Santi, Natalia y Mario, celebran, con unas vacaciones en Samaná, más de
dos décadas de amistad y confidencias. El ron y el relajo desatan la lengua y, cuando
una de ellas confiesa que, en realidad, las parejas podían haber cruzado sus vidas de
no ser porque ella torció lo que parecía iba a ser el destino, o sea lo que señalaba el
instinto, su descubrimiento da lugar a un juego de quiebros y requiebros que, durante
buena parte de su metraje, confiere un interés notable a una comedia menos inocente
de lo que aparentaba.
Basada en la pieza teatral de Jordi Galcerán, «Cancún» (2008), adaptada con alguna
libertad por Rafa Cortés (Mallorca, 1978), el filme no es sino una nueva variación sin

disfraz de contemporaneidad de este tiempo de metaversos y posibilidades infinitas de
reinterpretar lo que nos acontece. Es decir, una burla permanente a lo real por esa
(in)capacidad virtual tan propia del mundo del videojuego.
Rafa Cortés, guionista y director, proviene del campo de la publicidad. Salvo desde su
primer largo, «Yo», filmado en 2007, no había noticias de su hacer cinematográfico.
Quizás por ello, en su nuevo desembarco Cortés ha tenido la precaución de rodearse
de dos pesos pesados como son Luis Tosar y Luis Zahera. Les dan réplica María Luisa
Mayol
y Bárbara Santa-Cruz. Los cuatro, con esa carpintería teatral de la que parten,
son convincentes en un filme que, tras un inicio convencional y un desenlace con
guiños que comienzan a sentirse manidos, conforman una comedia de enredo y
sorpresas, de sonrisas y sombras sobre las relaciones personales, el amor, la posesión y
el engaño.
El argumento de Galcerán, servido por la solvencia de Tosar, Zahera, Mayol y Santa-Cruz, conforman una pieza de suave entretenimiento y algún pellizco emocional. Los
diálogos, las réplicas y contrarréplicas, los meandros del guion y la hipótesis que
plantea, la sospecha de que un leve cambio puede alterar toda una existencia,
contribuyen a hacer de «Amanece en Samaná» un

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