Los «diecisiete minutos de aplausos» que recibió este filme en su estreno veneciano se convirtieron en consigna. Era la prueba de que Pedro y sus «chicas» habían vuelto a triunfar.

Jawad Rhalib, director de «Amal», lleva años documentando la realidad sin paños calientes ni prejuicios interesados. En consecuencia, sabe que nada es simple, que entre el discurso xenófobo de la extrema derecha y el buenismo ingenuo de la corrección política, debe haber una forma de coger al monstruo antes de que crezca tanto que acabe por devorarnos a todos o que todos formemos parte de él.

En formato 4:3, con escala cromática propia del cine amateur setentero y con un ritmo anfetamínico, speed de receta; las dos horas del nacimiento y formación de una bestia llamada Donald Trump dan noticia del ser más ridículo de la colección de líderes políticos patéticos que hoy gobiernan o intentan gobernar el mundo.