Tras filmar «Los duelistas», «Alien, el octavo pasajero» y «Blade Runner», como decía Simon Reynolds sobre Marc Bolan, Ridley Scott se sintió tan fabuloso que empezó a fabular. Desde entonces de sus manos han salido dos decenas de películas de todo tipo.
Desde que el cine rompió la cuarta pared y, en especial, a partir de la nouvelle vague, o sea cuando los fantasmas del nazismo y el horror de las bombas atómicas sobre Nagasaki e Hiroshima, pusieron de relieve la necesidad de confiar en lo joven porque lo viejo mata(ba), el cine no ha parado de relatar historias de adolescentes a la deriva.
En su anterior filme, «La chica del brazalete», una implacable inmersión en el pantanoso terreno de la justicia, la moral y la ética, su protagonista, Lise, una presunta criminal adolescente, fue interpretada por Melissa Guers.