Título Original: TOKYO SHAKING Dirección: Olivier Peyon Guion: Cyril Brody y Olivier Peyon Intérpretes: Karin Viard, Stéphane Bak, Yumi Narita, Philippe Uchan y Jean François Cayrey País: Francia. 2021 Duración:  101 minutos
 

El crisantemo y la espada

 
El 11 de marzo de 2011 a las 14:46 después de un terremoto de magnitud 9, Japón, el país con más cicatrices del mundo, vivió un
a de sus peores pesadillas en lo que va del siglo XXI. Ese país flotante que conoce bien la palabra terremoto, que supo del horror atómico y que cada año recibe abrumadoras visitas de la naturaleza, sufrió todo de golpe cuando, como consecuencia del seísmo, la central nuclear de Fukushima I empezó a desmoronarse.
En ese contexto transcurre “Tokyo Shaking” un filme extraño e inquietante que, además de recrear y reflejar la angustia de esos días, pone sobre el celuloide los innumerables recovecos del verdadero significado de la solidaridad internacional. Los lazos de compromiso de los seres humanos, el miedo y el sálvese quien pueda atraviesan un relato ubicado en las oficinas de una entidad bancaria de titularidad francesa que opera en Japón. Olivier Peyon se mueve en su ensayo sobre la dualidad oriente-occidente, con la sutileza de Asghar Farhadi y la rotundidad de Ruben Östlund. Así, lo que comienza enfocando la inhumanidad del sistema empresarial, entra en ebullición cuando se produce el terremoto. Peyon filma esos interminables minutos en el transcurso de una discusión laboral, la que enfrenta a la protagonista de este filme con un becario congoleño de probada capacidad pero al que se le va a negar el trabajo para favorecer a un compatriota. Y en ese instante, el filme cambia de sentido.  A partir de allí, una vez que Tokio ha sido sacudido, será el público quien verá moverse su propio suelo.
Sin engolar la voz, ni enarbolar banderas, “Tokyo Shaking” se muestra poliédrica y compleja, adulta y abierta. Señala muchas vertientes del conflicto, pero sobre todo rubrica la complejidad de las relaciones personales, la toxicidad del mundo laboral y las enormes diferencias entre Japón y Francia. Tras la segunda guerra mundial, EE.UU. difundió una obra titulada “El crisantemo y la espada”, de Ruth Benedict, una especie de guía del comportamiento nipón para colonos yanquis. En ella, antes como ahora, queda claro que Japón posee reglas únicas. De eso va esta inclasificable reflexión.
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