Declaraba recientemente Denis Villeneuve que “demasiadas películas de Marvel no son más que un corta y pega”. No le falta razón. Especialmente en los últimos tiempos en los que la fábrica de superhéroes ha entrado en un peligroso declive por culpa de ese “más difícil todavía” que busca en el ruido lo que no sabe cultivar en el texto.