“Hope”, título que se ha preferido mantener en su variable inglesa, evoca la esperanza pero bucea en el dolor. En danés se titula “Hap” con una tilde inexistente en nuestro alfabeto, y en castellano, a la vista de su contenido, probablemente hubiéramos preferido bautizarla como “Limbo”, ese lugar inexistente que habita en la paradoja.
Que somos lo que somos más el masaje de las circunstancias nos lo decía Ortega y Gasset. Para corroborarlo se hace perceptible cómo esas circunstancias, que tanto han cambiado en los últimos meses, modifican nuestra percepción.
El peso y el poso literario que alimenta a este proyecto cinematográfico imponen un lastre que nunca deja de reclamar su presencia. “Inspirada en hechos reales” se nos dice al comienzo.
Mikael Håfström pertenece a un amplio elenco de profesionales europeos que en los años 80 y 90 fueron reclutados por Hollywood. El cine de productor necesitaba nuevos directores que aportasen inventiva pero que tuvieran la docilidad necesaria para seguir la regla del juego; esa de la que hablaba Jean Renoir.
El descenso de los estrenos comerciales de Hollywood ha abierto una insospechada vía por la que nos visita un cine francés que, en otro tiempo, tal vez ni siquiera se hubiera estrenado. Por esa gatera, que empieza a ser más grande que la puerta de Brandeburgo se ha colado “Vacaciones contigo… y con tu mujer”, un filme inclasificable, original y excéntrico escrito y dirigido por Caroline Vignal.
Ante la actual situación de zozobra e incertidumbre, cuando resulta poco sensato prever cualquier actividad a más de dos o tres semanas vista porque no cesan de sonar las llamadas al confinamiento o nos estremecen sacudidas polares que no se habían vivido desde hacía más de medio siglo, conmueve recibir una iniciativa como la promovida por una distribuidora española de vocación independiente y actitud de riesgo.
Estrenada en Netflix, su paseo por el festival de Venecia 2020 le llenó de elogios y fomentó la sensación de que su protagonista, ganadora de la Copa Volpi a la mejor actriz, Vanessa Kirby, debería estar entre las favoritas al Oscar de este año.
Entre la secuencia con la que realmente se abre el filme y la última, con la que definitivamente concluye, en este “manual feminista” bajo sospecha de haber sido ideado por lobos con piel de cordero, se escenifica una drástica transformación.
Mimada por el ámbito de los festivales, -abrió la sección Panorama de Berlín y gozó de evidente predicamento en su paseo por el SSIFF donostiarra-, “Las mil y una” se sabe atravesada por los rasgos de identidad que definen al cine contemporáneo.
Entre “Perfumes” y “Yo anduve con un zombie” (1943, Jacques Tourneur), se produce un significativo maridaje.