Con las biografías se corre el peligro de olvidar que lo propio de la creación artística, o sea esa experiencia subjetiva que se interroga a sí misma, pertenece a la autobiografía. Dicho de otro modo, Haifaa Al-Mansour, la primera directora de Arabia Saudí, titula su película “Mary Shelley”, pero no es de la creadora de Frankenstein de lo que trata esa película por más que lo parezca.
En la trayectoria de Soderbergh hay un punto vertebral en el cambio del siglo XX al siglo XXI. En 1998 había realizado “Ocean´s Eleven”, un enérgico divertimento. En 2002 le echó un pulso a Tarkovski, para releer al Stanislaw Lem de “Solaris”.
Si se sabe que su protagonista tiene la espina dorsal reventada, los movimientos limitados y está postrado en una silla de ruedas, la sentencia del título adquiere un tinte negro oscuro de humor incorrecto.