Vengadores: Infinity War empieza en el infierno para recorrer todas las estancias del horror y la muerte. Lo que viene a continuación son más de 150 minutos de acción y reacción. Trifulcas interminables salpicadas con micro-diálogos al alcance de los iniciados. ¿Es posible disfrutar plenamente -hay poco que entender-, un filme como éste sin tener conocimiento de los 18 antecedentes que le preceden? Supongo que no.

El león que duerme en esta inclasificable película de disonancias y homenajes se abisma en el sueño de la nostalgia. Cuando se anunció la presencia de El león duerme esta noche en la pasada sección oficial del Zinemaldia, el sector gafa-pasta del público y la crítica la recibió como la gran esperanza.

Clara Martínez-Lázaro, como Jonás Trueba o como Víctor García León, nacieron con el cine como chupete. Los tres se alimentaron a golpe de comedia (madrileña). Hoy los tres habitan en el humor, aunque con planteamientos muy diferentes. Guionista y directora de Hacerse mayor y otros problemas, Clara Martínez-Lázaro parece inspirarse en su propio contexto para hurgar en las dudas, angustias y esperanzas de una joven que encara la treintena sin querer recorrer el camino convencional que le rodea.