Por si quedaba alguna sombra de duda, antes de que comience la película, se nos indica con total claridad cuál es su fundamento. Esa razón de ser se (re)afirma en los títulos de crédito. En ellos leemos con poliédrico sentido: “Harry Dean Stanton is Lucky”. O sea, Harry Dean Stanton es el (feliz) protagonista único y omnipresente de este filme que habla de la decadencia y del vacío; una película centrada en la sala de espera de la muerte.
La concepción de Mi querida cofradía surge del cruce entre una temática actual, el empoderamiento de la mujer; y una tradición secular, la semana santa. En concreto, la andaluza, enjaezada de cofrades y ritos, de procesiones y jerarquías.
Quienes supieron de Nightcrawler (2014), entendieron que detrás había un narrador especial. Un director capaz de adentrarse en el lado oscuro y hacerlo con coraza de hielo: Daniel Christopher Gilroy. Dan Gilroy, como es conocido, pertenece a una familia criada en el mundo del cine, el teatro y el espectáculo.