La matadora compasiva
foto-theassassinTítulo Original: NIE YIN NIANG Dirección: Hou Hsiao-Hsien  Guión: Hou Hsiao-Hsien, Chu Tien-Wen y  A. Cheng     Intérpretes: Shu Qi, Chang Chen, Satoshi Tsumabuki, Ethan Ruan y Nikki Hsieh    País: Taiwán.  2015  Duración: 105 minutos  ESTRENO: Diciembre 2015
Hsiao Hsien practica un cine personal, inconfundible, revelador. Da igual el tema, el tiempo, el género e incluso la historia que encierren sus películas. Al final siempre se halla en ellas una sacudida que estremece. En The assassin, bajo su ropaje de wuxia, con el pretexto de una trama hermética de confabulaciones de alcoba y sangre, el director taiwanés descubre una de sus más inspiradas páginas. Más allá del laberíntico devenir de ecos siniestros, venganzas familiares y proclamas lapidarias, el paisaje deviene en texto. Y en él, los personajes se conforman como signos de puntuación de enrevesada belleza.
Como propuesta, la última obra del autor de Tiempos de amor, juventud y libertad, (2005); Millennium Mambo, (2001) y El maestro de marionetas, (1993), se ratifica en sus paradigmas. A sus 68 años, la misma edad que Spielberg, Hou Hsiao Hsien ya no tiene nada que demostrar. Su carrera es sólida, esta (re)conocida. Para unos se trata de un cineasta de mirada precisa, de pliegues incontables y de sentimientos hondos. Otros, huyen de él porque dicen que exige una complicidad rendida y un esfuerzo sin recompensa. No es cierto. En él no se trata de hermetismos para iniciados sino de esa sencillez extraordinaria que habita en la Naturaleza.
En The assassin, Hsiao Hsien reinventa la China del siglo XI, un espacio representado con la pasión del romanticismo de E.T.A. Hoffmann, Büchner y Friedrich fundido con el cine de capa y espada oriental. Ese subgénero al que autores internacionales como Ang Lee, Zhang Yimou o Wong Kar-wai también se asoman. Es curioso y habría que adentrarse en las razones por las que autores de marcada personalidad deciden bucear en un género ninguneado por la crítica oficial.
Como los modelos referidos, el experimento formal de Hsiao Hsien utiliza la coreografía inherente al género para dotar a su película de un barniz de delicada serenidad. Su protagonista, las mujeres en el cine del autor de El maestro de marionetas jamás son pasivas, vive en el umbral de una duda existencial. Educada para matar, su genética sabe perdonar y necesita amar. Entre lo adquirido y la genética, Hsiao Hsien, está con la vida.
Please follow and like us:
Pin Share

Deja una respuesta