En las antípodas de Dogma 95

foto-lejosdelmundanalTítulo Original:  FAR FROM THE MADDING CROWD Dirección:  Thomas Vinterberg  Guión: David Nicholls; basado en la novela de Thomas Hardy Intérpretes: Carey Mulligan, Matthias Schoenaerts, Michael Sheen, Tom Sturridge y  Juno Temple   Nacionalidad: EE.UU. y Reino Unido  2015  Duración: 119 minutos  ESTRENO: Junio  2015

Costaría trabajo, sin información previa, identificar que el director de La caza (2012), Submarino (2010), Querida Wendy (2005) y Celebración (1998) es la misma persona. Quién podría imaginar que el Thomas Vinterberg que hace dos décadas inventó, junto a von Trier, Dogma 95, acabaría resolviendo este pulcro, medido y fascinante melodrama romántico titulado Lejos del mundanal ruido. Entre otras cosas, porque el tratamiento de este filme vulnera todos los mandamientos del célebre Decálogo; es decir, nada hay en él de Dogma 95.
Basado en la novela de Thomas Hardy, llevada varias veces al cine, el universo que Vinterberg recrea hace honor a su título, en el sentido de que sus protagonistas, habitan un espacio rural de campiñas verdes y campos dorados, un paisaje de vientos y murmullos. Pero, lejos del contexto que por fuerza evoca los paisajes de David Lean, de James Ivory e incluso del Roman Polansky de Tess, un Hardy más tardío y más oscuro; el director danés no renuncia a ratificarse en ese paradigma de víctimas de un mundo al que pertenecen sin sentirse pertenecidos.
El texto de Hardy se centra en las vicisitudes emocionales de una joven en 1870, demasiado independiente como para aceptar las reglas que relegaban a la mujer a un papel objeto, que se debate entre tres pretendientes que le rodean en un cosmos masculino. En ese escenario, se hace evidente que a Vinterberg le atraen mucho más los intersticios del argumento, los goznes del relato, que la anécdota que desarrolla. De hecho, el filme avanza a fuerza de golpes de puesta en escena cuyo impacto resulta más demoledor que la propia historia que lleva dentro. Secuencias como la locura del perro pastor y el asesinato del rebaño y planos como la disolución del aspirante militar en medio del mar, gritan y reivindican el talento nada ordinario de Vinterberg. Un talento de brillo fulgurante que se pone a prueba con unos ropajes con los que no evita la sensación de juego impostado. No importa. Sin ser un filme extraordinario (re)compensa con creces el tiempo que prestamos a su visionado.
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