Régis Debray y Claude Grange son, respectivamente, un filósofo y un médico franceses que cruzaron sus pasos para firmar un pequeño libro de apenas 120 páginas: «Le dernier souffle: Accompagner la fin de vie».

Hong Sangsoo (Seúl, 1960) ha editado este filme, ha sido el director de fotografía y suyos son el guion y la realización. De modo que «La viajera» no puede esconder ese ADN de obra de autor. De un autor que, como Kaurismäki, se mueve entre la excentricidad y la periferia. Bastarían unos segundos para deducir que estamos ante una película suya.

Nick Hamm (Belfast, 1957) empezó a dirigir cine al final de los 80. En este tiempo ha realizado una quincena de largometrajes siempre discretos, siempre olvidables. Sus películas pertenecen a ese fondo de armario de los vídeo-clubs (cuando existían) donde permanecían intocables porque eran pasto de la indiferencia.

Algunas veces hay cortometrajes cuya feliz repercusión enciende la necesidad de que deberían crecer. Ese salto, convertir una historia condensada en unos pocos minutos en un filme de casi dos horas, es tentación envenenada. Ni es fácil ni siempre se consigue lo que se pretende: sublimar la calidad e interés de lo que nació como esencia pequeña.

Podría afirmarse que Pablo Hernando toma el nombre de Melville en vano. Desde luego su película juega, sin conjugar con brillantez, con el legado de los dos Melvilles más recordados. Que se sepa, «Una ballena» cita sin disimulo al autor de «Moby Dick», Herman Melville y al realizador de «El silencio de un hombre», Jean-Pierre Melville.