Resulta arduo atender a (y entender) las decisiones de Francis Ford Coppola en «Megalópolis» sin olvidar que se trata del autor de algunas de las películas más influyentes y decisivas del último tercio del siglo XX.
Dos imágenes paradójicas acaba de lanzar el SSIFF sobre su situación y la del cine en el festival donostiarra. La primera fue inaugurar su 72 edición con una revisitación en clave hembrista de «Emmanuelle».
Con un título en castellano que se equivoca y que equivoca, aparece esta ópera prima de una directora nacida en Toronto en 1986 y forjada y fajada en series como «The Great» y «Black Mirror», entre otras. Ally Pankiw irrumpe en la escena del largometraje con un filme de prosa veloz y emociones contenidas.