Lo esencial, o sea lo sustancial de «La sustancia» ni se anda por las ramas ni se reviste de corrección formal. Aunque ganó la Palma de Cannes al mejor guion, nada sabe, ni nada quiere, de esa coartada intelectual del cine que tanto se premia en los festivales.
Si sorprendente fue «Joker» (2019) todavía sorprende más -como el anciano de Goya del «Todavía aprendo»- este «Joker: Folie á Deux» (2024) que culmina cantando el «Ne Me Quitte pas» de Jacques Brel.
La muerte es el contexto, el detonador de una situación en la que lo que se pone en juego pertenece a la vida. Pero lo propio del vivir (y del convivir) no puede resumirse en un único sentimiento, en un solo suceso, en una única pasión.