Simón Casal de Miguel y su «Justicia artificial» pertenece a esa tierra de nadie en la que se mueven algunos realizadores españoles más distantes que ajenos a las catequesis del cine de autor que tanto se protege desde algunos festivales, universidades y grupos de poder del cine contemporáneo.
El 12 de agosto de 2000 la explosión accidental de un torpedo provocó el hundimiento del submarino nuclear K-141 Kursk. El eco siniestro de aquel incidente destila el barniz de verosimilitud oportuno para esta fabulación sobre la IA y sus peligros, de la que se ocupa la última “Misión imposible”.
Aunque formalmente en nada se parezca la película de Yasuhiro Yoshiura a “Ghost in the shell” (1995) de Mamoru Oshii, un cordón, apenas perceptible, une ambos relatos y da noticia del cambio de sensibilidad e intereses entre el final del siglo XX y el tercer decenio del siglo XXI. Por edad, Yoshiura podría ser hijo de Oshii.
Decir Mattson Tomlin conlleva convocar el espíritu Netflix. Con apenas treinta años, Tomlin se ha convertido en el Vinicius jr. de la plataforma depredadora, una especie de neo-Messi de la masía del imperio de las series de ciencia ficción.