“Baby” se estrena en el final del 2020, en el tiempo de los confinamientos. Pero todo en “Baby” se sabe y bebe de otro tiempo. Huele a pachulí y marihuana, y su tacto roza épicas sinfónicas y terciopelo azul.  La gramática del director vitoriano proviene de los años 80, cuando Bajo Ulloa (1967) empezó a cincelar su propio discurso.

Cuando un jurado en un festival decide realzar con cuatro premios su apoyo a una película, la lectura que se impone habla de que, en ese gesto, hay más que una simple elección. En esa elección hay una actitud de beligerancia, de compromiso; y como todo lo que se (com)promete, abraza un acto de fe.

En 1985, James Ivory, un director británico de modales exquisitos y películas sutiles, estrenó una de sus películas más aclamadas: “Una habitación con vistas”. Con un reparto impresionante, aquella fábula rodada en una Florencia convocada por E. M. Forster, el autor de la novela original, lograba una pequeña joya del cine romántico.