Nadie como la maquinaria social estadounidense para reconocer sus propias culpas históricas, sus grandes desfalcos y sus peores crímenes. Y nada como el cine norteamericano para mostrarlas y hacer caja con ello.
A László Nemes le bastó con su primera película, “El hijo de Saúl”, para ser invitado al Olimpo de los grandes directores del cine europeo. El Gran Premio del Jurado de Cannes legitimaba la calidad de un realizador que acababa de cumplir los 40.
Ana Estuardo fue la primera reina de Gran Bretaña y la última de su linaje. Era católica romana en un país de protestantes. Tuvo 17 embarazos pero ninguno le sobrevivió.
Todo en este filme sabe del extrañamiento. Todo aparece (re)surgido y (a)sumido desde lo periférico. Hijo de la línea de sombra, esa muga donde lo real se torna extraordinario, hay muchos argumentos en “Border” como para no tomárselo muy en serio.
Reconstruido a partir de la fusión y el recorte de las dos partes en la que fue gestado, (Loro 1 y Loro 2), “Silvio (y los otros)” nunca consigue evitar la sospecha de que se trata de un puzzle rehecho por exigencias del mercado de exhibición.
Del cine de Vietnam rara vez se sabe algo y, aunque “La tercera esposa” viene tras recorrer festivales cosechando premios bajo esa bandera, conviene puntualizar que su guionista y directora, Ashleygh Mayfair, aunque vietnamita de nacimiento se licenció en Literatura Inglesa en Oxford, estudió en la Royal Academic of Dramatic Arts de Londres y lleva algún tiempo trabajando en EE.UU.