No se desvela el argumento si se descubre que en el último filme de Roman Polanski, “Basado en hechos reales”, esos hechos reales de los que habla, deben ser entendidos al estilo surrealista. ¿Qué quiere decir?
Que hablamos de una realidad absoluta: la consciente y la inconsciente, la física y de psíquica, la realidad del que permanece en vigilia y la del que se hunde en pesadillas de fantasmas sin nombre ni lógica.
