Hay festivales cuyos premios, más que refrendar la calidad de una película, alertan sobre la inconsistencia de lo que allí nos aguarda. Dedicado al cine español, el festival de Málaga se ha convertido en el refugio de la segunda división del cine español, esa cita a la que llegan las películas que no fueron seleccionadas por ningún festival extranjero, las que desecha Donostia, no quiere Sitges ni Gijón, y desestima Sevilla y Valladolid. Así las cosas, que La vida inesperada hubiera cosechado una gran acogida en Málaga nada connota, pero mucho dice.
El final de El gran cuaderno no esconde sino un nuevo comienzo, una segunda parte de un filme que probablemente nunca se hará. Construido sobre una trilogía literaria y coguionizado por el propio director, János Szász, la semilla primigenia que ha permitido levantar este filme se escribió en 1986. Su autora, Agota Kristof, había nacido el 30 de octubre de 1935 y murió hace dos años, sin poder ver esta adaptación de su obra.
Ti West, autor de obras ¿(re)conocidas? como La casa del diablo o como la todavía inédita entre nosotros, salvo su paso por Sitges, The Sacrament, ha sido saludado como uno de los renovadores del cine de terror contemporáneo. Situada entre ambas obras citadas, Los huéspedes, (2011), no oculta la humildad de su presupuesto y consigue cultivar algunos de los rasgos que avalan la personalidad de su autor. Guionista, editor y director, Ti West aparece como un hombre orquesta del cine actual.