Sin Marine Vacth cuesta trabajo imaginar cómo hubiera sido este filme. Y es que, más allá de los méritos indudables de un entonado François Ozon al que volveremos al final de este artículo, esta modelo reconvertida en actriz, sublima la insipidez de su título. Título, subrayémoslo, perezoso y convencional.

Hace treinta años, en la Navarra ancestral, Stephen Frears rodó su tercer largometraje: The hit (La venganza). Allí había música de Roger Waters, de Eric Clapton y de Paco de Lucía. Inmediatamente después su cine cambió de sentido y en tres años filmó: Mi hermosa lavandería (1985), Ábrete de orejas y Sammy y Rosie se lo montan (1987).