Asumido como un ejercicio liberador, un relato desprovisto de los oscuros meandros de películas como “Magnolia” (1999) , “Pozos de ambición” (2007), “The Master” (2012) y “El hilo invisible” (2017); se podría caer en la tentación de confundir la aparente ligereza de “Licorice Pizza” con una supuesta banalidad interior.
Pese a su factura de cine de Oscar, algo que se les suele atragantar a los jurados del SSIFF, en la pasada edición del Zinemaldia de marcado color feminista, se decidió premiar como mejor intérprete a su protagonista Jessica Chastain.
Daniel Monzón (1968) disfruta con el cine de aventuras de Hollywood. Le puede, como a otros directores españoles, su pasión de cinéfago freakie fajado en los programas dobles del cine de barrio y luego resabiado con el regalo de los videoclubs de los años 80.