La primera vez…, ¡ay la primera vez!, en aquella cita iniciática que tuvimos para una entrevista, Evaristo todavía no se había dejado cresta. Desembarcaron en Pamplona provenientes de Agurain (entonces Salvatierra de Álava). Vinieron en tren.
Levantada a partir de uno de los relatos cortos de Haruki Murakami, “Hombres sin mujeres”, Hamaguchi ha concretado uno de esos filmes inmensos e imperecederos; un hermoso largometraje de tres horas que justifica su duración con el argumento irrefutable de su capacidad para conmover.
Aunque el referente hegemónico del vampirismo suele ser masculino, desde Nosferatu a Drácula, se suele obviar que el origen de los no muertos descansa en la historia de la condesa eslovaca Erzsébet Báthory nacida en 1560, en el boyante y sanguinario tiempo del imperio austrohúngaro.