En “Las ventajas de ser un marginado” (2013) Stephen Chbosky no solo adaptó y dirigió su propia novela, “The Perks of Being a Wallflower”, sino que abrió un territorio diferente al cine protagonizado por adolescentes. A este escritor y realizador de cine, nacido en Pittsburgh hace 51 años, no le interesaban ni los excesos juveniles hechos de rebeldes de poca causa y mucho miedo, ni los “Porkys” prealcoholizados.
En este thriller oscuro y asfixiante sobre la necesidad del agua en la España profunda de cortijos y duquesas, de miedos y peajes, se echa de menos un mejor guión, una estructura literaria que aporte más verosimilitud a esta crónica rural que alberga en su interior más de lo que acaba dando.
Pertrechada en esa línea de sombra donde lo real se mezcla con la ficción, “¿Qué hicimos mal?” aparece como consecuencia de ciertas prácticas artísticas surgidas en torno al denominado cine de no ficción.