Título Original: CHAVALAS Dirección: Carol Rodríguez Colás Guión: Marina Rodríguez Colás Intérpretes: Vicky Luengo, Carolina Yuste, Elisabet Casanovas, Àngela Cervantes País: España. 2021 Duración: 91 minutos
Desclasamiento
El cartel que sirve de reclamo a la película de las hermanas Rodríguez Colás, lo muestra sin subrayarlo. Vemos a cuatro jóvenes mujeres encarnadas por Vicky Luengo, Carolina Yuste, Elisabet Casanovas y Ángela Cervantes formando un grupo homogéneo. Cuatro amigas de barrio obrero, cuatro chavalas en ese momento en el que la juventud se despide para dar comienzo a una nueva etapa. Si se mira con detenimiento la imagen, lo igual muestra leves diferencias. Por ejemplo la fisonomía de la actriz que brilló con “Antidisturbios” ofrece algunas disonancias. Se diría que es como las otras pero se diría mal porque esa amiga, siendo la de siempre, no es la misma.
El tema que domina en “Chavalas” se llama desclasamiento, algo que acontece a quienes por distintas circunstancias acceden a otra capa social diferente de la que provienen. Son desterrados condenados a moverse en un espacio imposible: no pueden vivir como antes, están fuera de lugar, se estremecen entre dos aguas.
Carol Rodríguez Colás presenta un filme muy estimable; cine popular que no populista. En algún lado se le define como comedia cuando en realidad lo que muestra supura desamparo y tristeza. Frente a esas comedias descerebradas de sal gorda y cerebro seco, “Chavalas” regala frescura, espontaneidad y conflicto que sabe a realidad, relatos de esos que duelen con aromas de verdad. Comienza en zona de alto riesgo, en el mundo del arte contemporáneo, algo que el cine rara vez acierta a dibujar con ecos fiables. Aquí también cruje la impostura de un panorama artístico sobrecargado por los arquetipos y la mirada prejuiciosa. Pero cuando el filme se centra en el barrio, en la relación de amistad, la directora filma bien y obtiene de las actrices lo mejor de cada una. Y ellas, sus personajes, hablan desde dentro, desde quien sabe lo que cuenta, porque lo ha vivido de cerca. Eso hay que cargarlo en el haber de la realizadora. Ella ha hecho una película de mujeres que debería ver todo el mundo. Porque aunque es cierto que las circunstancias que conforman la cotidianidad de las chavalas de ahora se centra en su problemática como mujer, no lo es menos que lo que subyace en su interior es tan universal como las cosas de toda la vida.