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Título Original: EL SIGLO DE GALDÓS Dirección:Miguel Ángel Calvo Buttini  Guión: Álvaro Lion Depetre Intérpretes: Documental País:  Reino Unido. 2020  Duración:  94  minutos

Obra y figura

El biopic, anglicismo para designar las películas cuyo núcleo narrativo gira en torno a la biografía de un personaje histórico, tiene un amplio rango de posibilidades. En un extremo podríamos señalar el hacer de los Straub-Huillet cuando se enfrentaron al recuerdo de Bach. En el otro, al documental televisivo de voz en off y recorrido cronológico. 
La magistral lección de los Straub-Huillet consistió en entender que la grandeza de Bach se encontraba en su música. Los datos familiares, anecdóticos y personales eran accesorios. De hecho, alegóricamente, su última mujer, Ana María Bach, encarnada por una actriz lógicamente, era la voz que recitaba como una letanía carente de emociones lo que año tras año había sido su vida. El resto del filme, lo principal, un 95% de su metraje, estaba presidido por la música de Bach interpretada tal y como era posible hacerlo en su época. La conclusión era obvia, lo que hizo grande a Bach es lo que permanece ahora, su música.
Buttini prefiere asumir la estrategia del documental canónico, con vocación aleccionadora e incluso pedagógica. Es decir, su naturaleza se mueve en ese terreno seguro de la reconfortante erudición, en la legitimidad de quien armado con los datos, los expone de manera ordenada y pedagógica.
“El siglo de Galdós”, filme dirigido por un director cuya querencia siempre ha sido la comedia con pellizcos de crítica social, se embarca en el centenario de su muerte, tras la estela de la figura de Benito Pérez Galdós, con claro afán homenajeador. Pero eso no impide que, en su radiografía, Calvo Buttini nos coloque frente a un espejo donde se asoma este presente de estado de alarma y cambio de paradigmas. Y en ese viaje invita a un buen número de voces que van desgranando sus impresiones sobre lo que fue su literatura y su importancia.
Desde el inicio Calvo Buttini deja claro que su documental se eleva sobre dos columnas. Una es su guionista, un Álvaro Lion que conoce a fondo la cuestión que trata: la figura y obra de Galdós. La otra columna la aporta el propio director con un trabajo de orfebre y palabra y a través de un denso y polifónico discurso en el que se impone lo que de verdad importa. Lo poco que se conoce de Galdós en el presente y cuán necesario sería alguien como él, ahora.

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